Laboral & Personas

La alerta de Bettina Horst sobre la falta de capacidad para recuperar el empleo el próximo año

Estima que este año en el país quedaremos con un saldo en contra de entre 400 a 500 mil puestos de trabajos en comparación con el período previo a la pandemia.

Por: Pamela Cuevas V. | Publicado: Martes 14 de septiembre de 2021 a las 11:55 hrs.
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“No hay ninguna parte del mundo en donde se haya podido generar empleo sin crecimiento económico”, dice Bettina Horst.
“No hay ninguna parte del mundo en donde se haya podido generar empleo sin crecimiento económico”, dice Bettina Horst.

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Dudas sobre la capacidad de poder recuperar la totalidad de los puestos de trabajos perdidos durante la pandemia son las que embargan la directora ejecutiva de LyD, Bettina Horst. Según sus estimaciones, este año quedará un saldo en contra de entre 400 mil a 500 mil ocupaciones respecto al nivel previo a la llegada del coronavirus al país. 

Y esto, en un contexto de una magra actividad para 2022, le inquieta: “No hay ninguna parte del mundo en donde se haya podido generar empleo sin crecimiento económico (…) y eso, hoy día, no está instalado con la fuerza que se requiere”, asevera.

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Su análisis se basa en la expansión del Producto Interno Bruto (PIB), del empleo y los ingresos de los últimos 10 años y las expectativas para 2022 que entregó hace dos semanas el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM), el cual considera una expansión del PIB entre 1,5% y 2,5%. Este rango, a su juicio, “refuerza la incertidumbre si como país vamos a recuperar los empleos y, a partir de eso, los ingresos, porque mientras más sube el crecimiento para este año, más baja para el próximo año”.

Basada en los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Horst precisa que durante los años de mayor expansión económica crecieron proporcionalmente más los ingresos de los sectores más pobres.

Entre 2010 y 2015 el PIB se expandió a un promedio de 4,6%, mientras que la tasa de ocupación subió de 56,5% a 58,7% y a la par lo hicieron los ingresos autónomos (que contabilizan en esencia lo que se genera por el trabajo).

Posteriormente, su análisis muestra cómo durante 2016 y 2019 -con crecimiento promedio de 2%- el porcentaje de ocupados sobre las personas que están en edad de trabajar se estancó para luego retroceder abruptamente durante la crisis sanitaria a 50,8%.

Su estimación en comparación con la situación que había hace dos años, es que finalmente va a haber una destrucción de empleo de uno de cada cuatro o uno de cada cinco trabajos, lo cual -agrega- “no es poco” en un contexto en que hay sectores que exhiben un aumento en su actividad, pero con menos personas trabajando.

“Uno se pregunta ¿se va a volver a ese nivel de empleo en el comercio? Yo tengo mi duda, acá hay sectores en donde se puede ver que ya se hizo el ajuste”, comenta sobre el sector que representa al 18,9 % del total del empleo en el país.

¿Y el crecimiento?

Si bien aclara que aún es prematuro para constatar cuánto de estos cambios serán estructurales o transitorios, la economista pone el acento en que el debate público de las candidaturas presidenciales está ausente el crecimiento de la economía como eje central para mejorar los ingresos de los hogares por la vía del empleo.

Para ella, en el mediano plazo y más allá de la pandemia, las políticas públicas deben velar por fortalecer la autonomía de los ingresos con relación a las prestaciones entregadas por el Gobierno. De lo contrario, advierte, se profundizará la dependencia de los ingresos de las personas a las políticas asistencialistas del Estado.

“Una vez que vaya pasando la pandemia, nos vamos a enfrentar a los problemas que veníamos discutiendo hace dos años y que uno de ellos era este precisamente, o sea, no queda más tiempo para mirar para el lado”.

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